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Del libro: “El hombre en busca de Sentido” de Viktor Frankl.

Comentarios y  Aprendizajes:

Del libro: “El hombre en busca de Sentido” de Viktor Frankl.

Tarea 1. INESPO. Módulo 2.

De: Luis Gerardo Cruz

14, Junio de 2011

Es un libro que leí hace mucho tiempo, y que considere importantísimo para mi vida, mi profesión (psicología) y mi biblioteca particular, ya que desde la adolescencia los temas bélicos que abordaban la Segunda Guerra Mundial, referentes a los eventos terribles del holocausto, las experiencias crudas y difíciles de abordar y compartir, ejemplo: “El diario de Ana Frank”, su encierro en el sótano durante mucho tiempo, la experiencia tan difícil de afrontar día a día la muerte, y la pérdida de su familia, a través del desgaste de sus vidas en el campo de concentración, es una experiencia siempre difícil de comprender dado el sufrimiento humano.

En este sentido, la narraciones y experiencias de los campos de concentración del libro “Yo fui médico del Diablo” de Karl Von Vereiter, es una lectura fuerte que también incorpora elementos complicados de encontrarle sentido a la vida, y en donde se afrontan las circunstancias más adversas y difíciles para sobrevivir.

Hoy en día esa capacidad de adaptarse y afrontar situaciones difíciles, muchos especialistas e investigadores, le han llamado resiliencia, que es la habilidad de utilizar elementos de soporte en la conducta que le ayudan a las personas a utilizar diversos recursos para solucionar sus problemas desde diferentes contextos y perspectivas de acción. Es decir, saber identificar el problema y que hacer con él.

En el caso de la lectura que nos incumbe opina de Viktor Frankl “El hombre en busca de sentido”, elabora y aborda una filosofía en donde el encierro y la convivencia de hacinamiento (pérdida del yo, de la intimidad, en todos sus planos personales),  crea una forma de adaptación atípica en los campos de concentración que nunca en la historia se había experimentado y que sin embargo, el elemento del encierro, el continuo sufrimiento, y la esperanza de sobrevivir, desarrolla una forma de vida, filosofía de autorreflexión que posibilita afrontar los pensamientos más difíciles y comportamientos inesperados que se manifiestan en el confinamiento en masas. El posibilitar y crear una estrategia mental de pensar en regresar en algún momento de regresar a la sociedad y paz que se perdió por la guerra, es algo casi imposible de lograr, pero que sin embargo, logró consolidar a través de una de las corrientes más fuertes de nuestros tiempo en cuanto a una tendencia muy cercana de psicoterapia individual, el búsqueda de un sentido para la vida, llamado logoterapia.

En este contexto y forma de trabajo el paciente en la logoterapia debe de enfocarse en el futuro, en los cometidos, en los sentidos y sobre todo en la forma de enfrentarse a su propia vida para continuar creciendo.

En este caso el logoterapeuta debe generar en la persona un interés fehaciente por despertar una conciencia que le permita entender, acerca de sus capacidades, debilidades, y sobre todo de un objetivo claro en la vida.

En este sentido, el análisis (autoanálisis) debe ser introspectivo, sumamente cuidadoso en la búsqueda de la voluntad que busca ser descubierta y entendida a través de un significado tácito de sí mismo.

La persona (paciente) debe saber entender y comprender porque debe vivir y ¿por qué vivir? El entender sus conflictos internos le dará la pauta para entender sus propios problemas.

El hecho de encontrarse a uno mismo posibilita saber y/o generar la sabiduría interior. ¿Quién soy? ¿A dónde voy? ¿Cuál es mi misión en la vida?

Por lo cual el descubrimiento de sí mismo,  la autenticidad y lo genuino del ser humano, da cabida para ser mejor persona en búsqueda de un sentido real de las cosas y de la vida. Hacerle frente a la existencia, significa confrontarse con uno mismo, con su interior, redundando sobre el problema y sacándole provecho a nuestro aprendizaje a partir de nuestra historia, rica en vivencias y formas continuas de alternativas distintas.

Descubrirnos a nosotros mismos, a nuestra existencia, el por qué encontrarle sentido a lo que buscamos, a lo que pretendemos ser nos posibilita actuar sobre nuestras necesidades más íntimas, y más conscientes por entender nuestro pasado, y conforme a ello emprender nuestro presente y nuestro futuro inmediato, y más allá de eso, vivir nuestra realidad de la mejor manera posible.

El entender y confrontarnos a nosotros mismos posibilita la acción para encontrarnos, a través del conflicto, ya que es una medida que nos permite saber comprender nuestro interior.

Ahora bien, el entender dicho proceso mental nos cabida también para definir nuestra vida cómo lo más valioso, y buscar un sentido de espiritualidad de las cosas. Al buscarnos como seres humanos siempre encontraremos gratificaciones y recompensas inmediatas, no obstante, no nos daremos cuenta de ello, hasta verificar los hechos y satisfaciendo nuestros instintos (deseos ocultos, necesidades, etc).

En cuanto a lo que he leído, aprendido de la lectura y de la psicología, el concepto de la vida, es algo bastante amplio, conceptualmente complicado, ya que la definición como tal nos dice que: “Científicamente, podría definirse como la capacidad de administrar los recursos internos de un ser físico de forma adaptada a los cambios producidos en su medio, sin que exista una correspondencia directa de causa y efecto entre el ser que administra los recursos y el cambio introducido en el medio por ese ser, sino una asíntota de aproximación al ideal establecido por dicho ser, ideal que nunca llega a su consecución completa por la dinámica del medio.[Wikipedia]

Por lo cual, se dice que abarca una serie de conceptos del ser humano y su entorno relacionados, directa o indirectamente, con la existencia. Por tanto, en este contexto, lo que al hombre (mujer) realmente necesita hacer para encontrarle significado a su vida, y su concepto de búsqueda interior, significará siempre vivir, ¿pero como vivir? ¿O para que vivir? Esa es la incógnita que siempre deberemos de esforzarnos a reflexionar y a pensar, ya que la  luchar por la vida, es una meta que merecemos pensar y saber.

La esencia de este concepto “vida”, de afrontar la vida, será la capacidad de ser responsables de nuestros propios actos e interpretar los actos vividos y experimentados como algo necesario en lo que día a día se tiene que luchar para sobrevivir. Es decir, vivir la vida de la mejor manera. Siendo responsable ante nuestra sociedad, y ante la vida de los demás.

Buscando una relación entre mi lectura del “Pensamiento sistémico” de Peter Senge y la lectura del “Hombre en búsqueda de sentido”  de Viktor Frankl he encontrado una pequeña relación entre la logoterapia y la teoría sistémica.

Por ejemplo, dice Vicktor Frakl “ampliar y ensanchar el campo visual” (la estructura y los sistemas, lo interpreto de esa forma), me va a dar la posibilidad de accionar y actuar en función de mis posibilidades en la vida, es decir, “ser consciente del significado y los principios” por los cuales, me regiré como ser humano a la forma de interpretar y buscar la realidad, que yo obtenga de mi experiencia en la vida”. En la medida que el hombre se comprometa al cumplimiento del sentido de su vida, en esa misma medida se autorrealizará. Encontrar ese sentido a la vida como al sufrimiento serán parte de un todo (sistémico) que servirá para interrelacionar y encontrar un significado al sacrificio (de la vida), (diría yo afrontamiento), ya que al estar dispuesto a sufrir me dará la condición de que esa emoción me conduzca a un sentido más claro para vivir, y sentir que se está en el camino adecuado. Resolviendo y atando cabos a través de un pensamiento que involucre diversidad de situaciones como de contextos de acción individuales, y en interacción con el entorno generaré una forma de aclararle al otro, mi sentido de ¿por qué vivir? y de ¿por qué estamos aquí?

 

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